Hay momentos en los que necesitas estar sola y escarparte, evadirte de la gente, irte a tu mundo de sueños donde todo es perfecto, donde la perfección existe. Pero todo lo bueno tiene un final, y el de mi mundo perfecto termina cuando vuelvo a despertar, y me encuentro con la pura y cruda realidad. Donde la perfección no existe y donde encuentro un fallo, aunque sea pequeño, pero siempre lo encuentro.
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